Perú ocupa el cuarto lugar entre los 12 países megadiversos y es uno de los 17 países que alberga el 70% de la biodiversidad mundial.
Dentro de este maravilloso territorio, la región de Madre de Dios, también denominada la “Capital de Biodiversidad del Perú”, es reconocida internacionalmente como una de las áreas con mayor variedad de vida silvestre del planeta. Sus bosques albergan una sorprendente variedad de especies vegetales y animales, incluyendo aquellas en peligro de extinción como el lobo gigante de río, el jaguar, el caimán negro, el tapir o sachavaca, el águila arpía, el hormiguero gigante y guacamayos de varias especies. Es en el corazón de esta extraordinaria región que se ubica nuestro proyecto de conservación REDD+ Castañeros.
Generar conocimiento sobre la importancia de los bosques amazónicos es fundamental para contribuir a la conservación y el respeto por su biodiversidad. Como parte de nuestro compromiso por proteger el valor de nuestros bosques y con miras a lograr los más prestigiosos estándares de calidad a nivel internacional para nuestros proyectos, en mayo de este año realizamos un nuevo estudio de biodiversidad dentro de los ámbitos de influencia de la empresa. En esta ocasión, un grupo de investigadores especializados en diferentes ramas de la biología –herpetólogos, mastozoólogos, botánicos y ornitólogos– se dirigió hacia Madre de Dios para adentrarse en los bosques de castaña protegidos por nuestro proyecto REDD+ Castañeros. El objetivo fue conducir una evaluación que permita conocer la salud de los bosques donde crece la castaña y determinar su composición y riqueza, estimando su diversidad de flora y fauna e identificando a las principales especies según su estado de conservación.
Durante 6 días los expertos recorrieron las concesiones castañeras de Mavila, Alerta y Alegría, situadas sobre bosques de terrazas altas en las provincias de Tambopata y Tahuamanu, cerca de Puerto Maldonado. Aplicando una metodología distinta para cada especialidad, los investigadores empezaron analizando la cantidad de especies de mamíferos en la zona. En esta categoría, se registraron 35 especies de mamíferos mayores y menores: 28 en Mavila, 23 en Alerta y 24 en Alegría, varios de ellos utilizando las cámaras trampa. En cuanto a los mamíferos voladores, se encontraron 3 especies diferentes de murciélagos en las tres zonas de estudio. Las especies registradas están incluidas en 9 órdenes y 21 familias. La familia con más especies registradas es Cebidae, con 5 especies de monos pertenecientes al Orden Primates.

Para el estudio de las aves, los investigadores se adentraron en la profundidad del bosque justo antes del amanecer. El equipo seleccionó diferentes puntos de muestreo para registrar todas las aves a través de la observación y el registro de cantos. Establecidos los puntos de conteo, se evaluó cuidadosamente el bosque dentro de un radio de 30 metros. En esta categoría hubo 574 registros, en su mayoría indirectos por la densidad tropical de los bosques, y se especificaron dependiendo de cada zona de estudio. De ellos, 209 correspondieron a registros visuales y 365 fueron registrados auditivamente. Las aves se distribuyeron en 17 órdenes, 38 familias, 156 géneros y 224 especies. La riqueza específica determinada para la zona 1 fue de 156 especies; de 128 especies para la zona 2 y de 109 especies para la zona 3. Para ello, el evaluador tuvo que desplazarse entre los puntos lo más rápido posible.

Un resultado interesante fue la determinación de Pionites leucogaster, conocido como loro de vientre blanco o chirriclés, como la especie con mayor abundancia relativa en el área, es decir, la especie con el mayor número de individuos con respecto al número de individuos totales de la comunidad (Magurran, 2004).
Además, se registraron 31 especies con algún tipo de categoría de amenaza, como el tráfico ilegal de fauna silvestre y la pérdida de hábitat por deforestación a causa de la ganadería, la agricultura migratoria, la extracción ilegal de madera y la minería aurífera. El loro de vientre blanco habita en bosques con árboles grandes, por lo que se considera como un buen indicador de la calidad del bosque primario. Esto plantea un reto para todos nosotros y reafirma nuestro compromiso por seguir conservando los bosques donde crece la castaña.
Por otro lado, para el estudio de los anfibios y reptiles se empleó el método de registros visuales en transectos. Para ello, se establecieron 6 transectos de 50 m de largo por 4 m de ancho por cada zona de muestreo, separados entre sí por 100 m aproximadamente. Cada uno fue evaluado por un tiempo promedio de 30 minutos a fin de estandarizar el esfuerzo de muestreo. Se establecieron recorridos perpendiculares y alejados 5 metros de la trocha principal, para evitar obtener datos distorsionados con influencia negativa o positiva. Como metodología complementaria se realizó muestreos sin restricciones para detectar especies diurnas, así como la búsqueda de estanques de reproducción y otros ambientes con posible presencia de anfibios y reptiles ubicados fuera de los transectos. Los resultados registraron 31 individuos diferentes, de los cuales 18 eran anfibios y 11 reptiles. El más abundante fue la rana Pristimantis reichlei con 7 registros.

Por último, se analizó toda la flora del bosque utilizando el método de parcelas de Gentry, que consiste en censar, en un área de 1,000 m² (0.1 ha) todos los árboles cuyo fuste tenga un diámetro a la altura del pecho (DAP) mayor o igual a 10 cm. Para esto, se trazaron 10 transectos de 50 m x 2 m por cada zona, distribuidos al azar, sin que se sobrepongan y distanciados entre sí en 20 m. Se realizó la evaluación sobre bosques de terrazas altas aluviales donde se registró una diversidad de 175 individuos, con 82 especies, 69 géneros y 31 familias. La flora presente en las concesiones de castaña determina que se trata de un bosque primario intervenido que presenta, en su gran mayoría, árboles juveniles. Las especies juveniles más abundantes fueron oreja de burro, isiga y chimicua.

Luego de la expedición, los especialistas quedaron sumamente satisfechos con los resultados. Comunicaron al equipo de REDD+ Castañeros que los bosques de castaña dentro del área del proyecto están en muy buen estado de preservación. El estudio realizado brinda evidencias científicas que confirman el excelente estado de los bosques, lo que a su vez refleja el impacto del proyecto para conservar las selvas más diversas de Madre de Dios y el gran compromiso de los socios concesionarios para la protección de estas áreas.
El amplio conocimiento adquirido tras las presentes investigaciones nos permite generar mayor conciencia sobre la importancia de conservar nuestros bosques.
Asimismo, nos permite seguir obteniendo los más altos estándares en el mercado de carbono internacional para REDD+ Castañeros: además del estándar VCS (clima), lograr el estándar CCB (Climate, Community and Biodiversity), el cual mide el impacto del proyecto en los 3 ejes mencionados, dando un espaldarazo adicional de calidad al proyecto.
Los estudios de monitoreo de biodiversidad se realizan de manera permanente, con el objetivo de medir y cuantificar la variedad de especies y la dinámica del bosque a lo largo del tiempo. De esta manera, logramos asegurar y controlar el impacto sostenible de nuestros esfuerzos en el largo plazo. Durante las próximas expediciones, nuestros especialistas visitarán concesiones que cuenten con bosques de diferentes características (zonas de terrazas bajas, áreas inundables y bosques de bambú) con el fin de obtener una muestra representativa de la biodiversidad en nuestro proyecto.